Memorias de vida y militancia

Edgardo de Jesús Salcedo y María Esperanza Cacabelos

Historias de vida y militancia

Edgardo de Jesús Salcedo

Creció en una familia de clase obrera de Boulogne, Provincia de Buenos Aires, junto a sus nueve hermanos. Estudió Derecho e Historia en la Universidad de Buenos Aires. Desde muy joven comenzó a militar, formando parte de distintas organizaciones políticas de filiación peronista. En 1966 participó del “Operativo Cóndor” para recuperar las Islas Malvinas y, como consecuencia de ello, la dictadura de Onganía lo mantuvo preso durante casi un año en Tierra del Fuego. Junto a otros miembros de su familia, coordinó tres Unidades Básicas en la zona de Los Polvorines de la Provincia de Buenos Aires, conocida en ese entonces como “Kilómetro 30”. Posteriormente trabajó en la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL), y allí fue elegido delegado de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP), rama sindical de la Organización Montoneros. Quienes compartieron esa etapa con él lo recuerdan por su calidad humana y compromiso político.

 


 

María Esperanza Cacabelos
Era la hija mayor de cinco hermanos. Le decían “Pachi”. Mientras estudiaba Historia en la Universidad del Salvador, se sumó a un grupo jesuita vinculado al movimiento tercermundista, con el que viajó a la Provincia de Entre Ríos para conocer los problemas de los hacheros y trabajar con ellos. Dio clases en el Instituto Ceferino Namuncurá, en la Provincia de Buenos Aires. Sus alumnos la recuerdan con inmenso cariño, como una persona con quien podían hablar de política. Era, según dicen algunos, la “consultora en temas de ética y dignidad humana”. Formó parte de la Juventud Peronista (JP) y en 1972 se incorporó a la Organización Montoneros junto a Edgardo, con quien se casó un año después, y tuvieron a su único hijo, Gerardo. Sus compañeros de militancia cantaron a viva voz la Marcha Peronista en la entrada de su casamiento.

 


 

El 12 de julio de 1976, un Grupo de Tareas de la ESMA los asesinó en su domicilio. Su hijo de 2 años sobrevivió. Esperanza tenía 27 años y Edgardo, 31.

 


 

Este es un proyecto realizado en conjunto entre: