Memorias de vida y militancia

Ana Rubel y Hugo Alberto Castro

Historias de vida y militancia

Ana Rubel

“Ani” era la menor de tres hermanos que crecieron en Resistencia, Chaco. Sus padres, inmigrantes polacos, se conocieron en la Argentina. Por motivos políticos, él debió cambiar su verdadero apellido –Kleinberg– a Rubel.

La hermana de Ana recuerda que cuando eran chicos iban a la plaza a fumar a escondidas y luego masticaban hojas de eucaliptus “para que no se sintiera el gusto ni el olor del cigarrillo”. Ana era “interesantemente silenciosa”. Le gustaba el cine, la música clásica, Cortázar y García Márquez, solía leer filosofía, Fanon y Proust. Estudió Economía y le faltaban dos materias para recibirse cuando se fue a Buenos Aires, para trabajar como obrera en una fábrica.

 


 

Hugo Alberto Castro
Hugo, “el Cabezón”, creció en La Lucila. “Gesticulaba, era de mover mucho los brazos. Tenía un carácter fuerte, iba al frente manteca. Era muy callejero y en casa estaba poco”, recuerda su hermano mayor. Su padre había fallecido cuando ellos eran chicos. A Hugo le gustaba cocinar, “hacía mezclas raras, a veces salían ricas, otras no tanto”. Comenzó a estudiar Arquitectura en la UBA y luego dejó la carrera para ir a trabajar como obrero de la fábrica Ford. Ana y Hugo se conocieron cuando ambos militaban en la FAL Bruno Cambareri. Estaban felices que iban a ser papás. “Hugo vino a buscar unos libros sobre embarazo porque con Ana querían leer, saber cosas para cuando naciera el bebé”, recuerda su cuñada.

 


 

Entre el 15 y el 17 de enero de 1977, Hugo y Ana fueron secuestrados y llevados al Centro Clandestino de Detención ESMA. Él tenía 25 años, ella 27 y un embarazo de dos meses. Allí dio a luz a un varón sietemesino en junio. Según relata una sobreviviente, luego del parto Ana lo sostuvo sobre su pecho. Toda la familia permanece desaparecida. Oscar, el hermano de Ana, militante del ERP, fue asesinado junto con su esposa Laura Levit.

 


 

Este es un proyecto realizado en conjunto entre: