El sábado 30 de octubre el Espacio Memoria les entregó al reconocimiento Hacedores de Memoria a las y los sobrevivientes del ex centro Clandestino que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada. Reencuentro con emoción, y una deuda saldada con quienes ayudaron a reconstruir lo ocurrido durante el terrorismo de Estado y siguen aportando al proceso de Memoria, Verdad y Justicia.
“Necesitábamos este abrazo”. Los y las sobrevivientes del centro clandestino que funcionó en la ESMA recibieron el 30 de octubre el reconocimiento “Hacedores de la Memoria” por parte del directorio de Organismos de DD.HH del Espacio Memoria. Fue en el marco de un reencuentro colectivo que los reunió junto a sus familiares, amigos, compañerxs de militancia y público en general. La frase de Ana Soffiantini, que hicieron propia en sus discursos Néstor Fuentes, Pilar Calveiro, Lila Pastoriza y Munú Actis Goretta, sintetizó el cúmulo de sensaciones que atravesó al grupo que esperaba este reconocimiento desde hacía muchos años.
Además de descubrir la estatuilla y la placa con la que fueron homenajeados, recorrieron las calles de la ESMA hasta Thorne que fue renombrada simbólicamente 19 de marzo de 2004 en recuerdo de la primera vez que volvieron al predio desde el final de su cautiverio, y repitieron la foto grupal con la que habían cerrado aquella visita fundacional, pocos días antes de que la ESMA fuera recuperada por el expresidente Néstor Kirchner.
Fue un día de reencuentros, de recuerdo por las 5000 personas que pasaron por el ex centro clandestino de detención, y de reivindicación de las múltiples formas en que todxs aportaron a la reconstrucción de la memoria sobre el terrorismo de Estado. Pero también de remarcar el aporte que pueden realizar de cara al futuro frente a un presente que se presenta amenazante.
“Los sobrevivientes merecen estar más en relación con las tareas que se realizan en los sitios de memoria, no estamos solo para dar información, estamos para construir memoria y para saber cómo construirla, porque no es una cosa de repetir lo que ya se sabe, es la búsqueda de la memoria hacia el pasado a partir de los peligros del presente, y estamos en condiciones, nosotros, de hacer mucho de todo eso”, sostuvo Lila Pastoriza.
Hacedores de la Memoria es un reconocimiento que nace de la voluntad del directorio de organismos del Espacio Memoria de destacar el compromiso de las personas que hicieron y hacen posible la construcción de este lugar de memoria.
En anteriores oportunidades lo recibieron personalidades de la cultura (2017), la vicepresidenta Cristina Kirchner (año 2015) y Rosa Schonfeld de Bru (año 2018).
En esta oportunidad, el homenaje se ensambló con la habitual Visita de las Cinco, que se realiza el último sábado de cada mes en el Museo Sitio de Memoria ESMA. La charla, transmitida de manera virtual, contó con la presencia de varios de los sobrevivientes a quienes se sumaron la Madre de Plaza de Mayo Vera Jarach y la representante del directorio de los organismos de derechos Humanos, Valeria Barbuto.
El reencuentro
El atardecer en la plaza Declaración de los Derechos Humanos del Espacio Memoria encontró a familias y compañerxs de militancia envueltos en abrazos infinitos.
Entre lxs ex secuestrados en la ESMA estuvieron Máximo Cargnelutti, Alfredo “Mantecol” Ayala, Ricardo Coquet, Lila Pastoriza, Miriam Lewin, Martín Grass, Leonardo “Bichi” Martínez, Adriana Clemente, Silvia Labayru, Graciela García Romero, Néstor Fuentes, Nilda “Munú” Actis, Pilar Calveiro, Ana Testa, Ana Soffiantini, Osvaldo Barros, Susana Leiracha, Liliana Gardella, Betina Ehrenhaus, Miguel Ángel Lauleta, Carlos Muñoz, Lidia Vieyra, Laura Reborati, Mario Duclos, Aníbal Prado, Manuel Franco, Ana María Cacabelos, Amalia Larralde y María Lujan Cicconi, Norma Suzal, Ángel Strazzeri, Fernando Kron, y Oscar Rizzo.
En nombre del directorio de organismos de Derechos Humanos habló el nieto restituido Guillermo Amarilla Molfino. Tras destacar la tarea de los y las sobrevivientes en relación a la reconstrucción de lo ocurrido en la ESMA, se refirió a la otra reconstrucción, la de la historia de vida y militancia de las personas que continúan desaparecidas. “Hoy, voces que podían quedar en el silencio son escuchadas, fueron tomadas por la justicia, se resolvió el caso de doce personas cuyos nombres podían no existir, o que se podría desconocer a sus madres, hoy doce personas han podido restituir su identidad, pero sobre todo hicieron de todos nosotros una familia, tenemos la posibilidad de escuchar el eco de las voces de nuestros viejos, para muchos y muchas, de los compañeros y compañeras de sus hijos, de sus hijas, porque en sus relatos, en sus manifestaciones no solo en tribunales sino en los encuentros que se dan a veces por casualidad y por la militancia misma, reconocemos a los que hoy no tenemos y esa entrega que tienen en cada paso de la vida hace que nosotros podamos construir un poco más de lo que no tenemos y eso hace también que se construya una democracia más justa”, expresó.
Paula Sansone, representante de los organismos en la conducción del Espacio, pidió recordar a lxs sobrevivientes que fallecieron en los últimos años. Evocó a Alberto Girondo, a Andrea Bello, a Elisa Tokar, a Víctor Basterra, a “Cachito” Fukman, a Mario Villani, a Sara Solarz de Ostainski y más recientemente, a Telma Jara de Cabezas. Sus familiares estaban presentes entre el público.
“Sabemos que no pudo venir Andres Castillo por un problema de salud pero está presente y nos acompaña”, agregó.
Hablan lxs homenajeados
Ana Soffiantini “pluralizó” el poema de María Elena Walsh, Como la Cigarra.
“Tantas veces nos borraron, tantas veces desaparecimos a nuestro propio entierro fuimos solos solas y llorando pero hicimos ese nudo en el pañuelo que nos permitió después poder abrir la memoria, no olvidar jamás”, dijo, y agregó: “Nos encontramos acá para recibir este hermoso abrazo que nos están dando, lo necesitábamos por años”.
“Estamos armando esta memoria que a partir de las memorias individuales es colectiva y esta memoria que nos reconstruye, que nos reconoce, no debe tener binarismos, debe ser una memoria sin héroes y sin traidores porque todos fuimos víctimas del terrorismo de Estado, cada uno pudo hacer lo que pudo, lo que le dio el cuerpo, lo que el horror le permitió, pero fuimos víctimas de ese terrorismo que hoy en esta memoria en construcción estamos constantemente develando”.
Soffiantini sostuvo que lxs sobrevivientes son “el testimonio de lo que pasó con cientos, miles de compañeros que fueron asesinados, compañeras que fueron violadas”. “Acá hubo delitos sexuales, acá desaparecieron bebés que todavía no hemos recuperado. Este es el testimonio vivo de ese horror. Por eso creo que esto nos reivindica después de muchas cosas que pasamos, fuimos en un momento testigos sospechados pero hoy nos sentimos como testigos fundamentales y eso gracias a esta especie de cambio de paradigma que han hecho sobre todo los jóvenes que pudieron hacer esta movida que hoy nos reconforta, nos revitaliza y nos hace sentir que somos resistentes, que seguimos resistiendo y seguimos construyendo la memoria acompañados por todos”.
Néstor Fuentes, como Soffiantini integrante del consejo Asesor de Sobrevivientes que integra el Directorio, habló de la “silla vacía” que simboliza a las 5000 personas que estuvieron secuestradas en la ESMA y se refirió al compromiso con el futuro de quienes sobrevivieron al cautiverio. “Me gusta depositarme siempre en la vida y el amor, la memoria existe porque existe la vida y la vida existe porque existe la memoria y están indisolublemente juntas, y más en momentos actuales como no nos hubiéramos imaginado que iban a suceder, los cuatro años del ‘mafioso’ y ahora en todo el mundo las ultraderechas que tienen la caradurez de aparecer el cualquier medio diciendo ‘sí, yo soy fascista y qué’. Quisiera pedirnos a todos nosotros que tengamos cada vez mas compromiso con la vida y con el amor porque los tiempos que se vienen parece que no van a ser muy lindos, tampoco son lindos ahora”, concluyó.
Luego subieron al escenario Nélida “Munú” Actis Goretta y Pilar Calveiro.
Actis recordó que Hacedores se realizaba en el contexto de los diez años de la primera sentencia de la megacausa ESMA y pidió reivindicar “no solo a los compañeros sobrevivientes que dieron testimonio en los juicios, sino también a los que no han podido declarar porque de alguna forma no han podido superar esta posibilidad de salir de este lugar”. También pidió sumar a los abogados, los demás querellantes, los fiscales y sus equipos que colaboraron para que pudieran llevarse adelante los juicios.
“No fue fácil, no es fácil sentarse a declarar, volver a reconstruir todo lo que paso acá adentro, que no nos daban ni un papelito para acordarnos ni de los nombres de nuestros compañeros ni de los represores. Todas esas cosas fueron difíciles pero también en algún momento, y lo voy a decir personalmente porque es una sensación, un poco se desconfiaba de nosotros porque estábamos vivos y muchísimos no, los más no. Eso fue duro y en eso sí, siento que fuimos fuertes, estábamos absolutamente convencidos de lo que estábamos haciendo, como estábamos convencidos antes cuando éramos militantes políticos en la calle, creo que cada uno por su lado siguió convencido de que tenía que decir todo lo que tenía para decir. Y lo hicimos lo mejor que pudimos”, expresó.
Y agregó: “Por eso cuando aparece un reconocimiento como éste, para mí es como haber cerrado una cosa que era muy necesaria, el reconocimiento de los civiles, no solo de la justicia que nos aceptó como sobrevivientes, que nos dijo que había podido demostrar que habíamos estado acá, este reconocimiento me llega profundamente al alma, trataremos de seguir por ese camino, estoy convencida”.
Pilar Calveiro viajó desde México para participar del acto realizado en la Plaza de la Declaración de los Derechos Humanos del Espacio Memoria. “Obviamente estoy muy emocionada agradezco mucho este abrazo. Yo siento que, como lo dijeron los compañeros, lo necesitábamos, en ese sentido creo que es un acto de justicia. Personalmente lo que siento que necesitaba era abrazarnos entre nosotros. Yo vine de México para esto, porque quería encontrarme con quienes compartimos esta situación y mi objetivo era abrazarme con los compañeros con quienes estuvimos compartiendo esto, así que agradezco ambas cosas, el abrazo hacia nosotros y la posibilidad de abrazarnos entre nosotros”.
“Creo también que una de las cosas que nos une desde los distintos lugares en los que estamos es justamente que, si pensamos en la memoria como algo que va mucho más allá de la justicia, del derecho y de la aplicación de la ley -y de eso creo que se trata-, todos nosotros de distintas maneras, cada uno en su lugar, cada uno también desde distintas posturas no construimos una memoria sino que construimos memorias plurales y todas juntas aportan a este proceso de memoria de la sociedad. Que más que hablar de una memoria, todos nosotros desde distintos ángulos, de distintas maneras, con distintas posturas, ¡y qué bueno que tengamos distintas posturas!, abonamos a esta construcción de una memoria colectiva que necesariamente tiene que ser plural”.
El cierre del acto central encontró a todxs lxs sobrevivientes en el escenario para descubrir la estatuilla y la placa que los reconoce y que quedará dentro del Espacio Memoria para ser exhibida al público.
Luego, el grupo se trasladó hacia la calle Thorne, lindante con el ex casino de oficiales, donde hoy funciona el Museo Sitio de Memoria ESMA, para descubrir la señalización que la renombra simbólicamente 19 de marzo de 2004, por el día en que regresaron a la ESMA junto a Néstor y Cristina Kirchner, y que fue la antesala del decreto por el cual la ESMA fue recuperada para la sociedad.
Allí –mientras en una pantalla se proyectaban las fotos de aquella visita histórica- habló Lila Pastoriza:
“Hemos hecho todo lo posible para construir memoria simplemente con la información que se daba con lo que no se sabía, con lo que hicimos cuando salimos en libertad -que todavía no había juicios, pero en los lugares que estuvimos tratamos de dar información, decir qué se sabía- y culminó esta etapa en la Conferencia de París donde tres compañeras dieron una información realmente desconocida de lo que pasaba en la Escuela de Mecánica de la Armada”
“Todos teníamos muy claro que todo el predio había sido el lugar donde se había desarrollado la represión a los luchadores populares, los sobrevivientes dijimos siempre eso. Los sobrevivientes en las distintas situaciones en que estaban han recorrido este predio, han reconocido lugares, y esto se extendió, y Kirchner agarró como principio que el predio de la ESMA había estado todo comprometido con la represión ilegal y tanto él como Aníbal Ibarra le plantearon a la Armada que el predio tenía que ser desalojado absolutamente y dedicado a hacer un trabajo de memoria, que es lo que terminaron constituyendo”.
Pastoriza agregó: “En eso los sobrevivientes tuvimos muchísimo que ver, entonces esto no ahorra los dramas, las culpas que todo sobreviviente tiene porque piensa en los demás, en los que no están, pero los sobrevivientes merecen estar mas en relación con las tareas que se realizan en los sitios de memoria”.
Sobre el final, y antes de descubrir el cartel de señalización, Alfredo “Mantecol” Ayala destacó el rol del expresidente: “Fue el primer presidente que nos reconoció como sobrevivientes. Este reconocimiento es también para el compañero Néstor Kirchner”. Y llegó el cierre al grito de “¡30 mil compañeros detenidos desaparecidos, presentes, ahora y siempre!”