Historia

Un Espacio que invita a conocer nuestra historia, repensar nuestro presente y construir nuestro futuro.

Conservar los lugares donde fueron asesinadas miles de víctimas obedece a un doble propósito: rendirles un homenaje permanente y al mismo tiempo recordar ese capítulo oscuro de la historia de la humanidad para afirmar el “Nunca más” a la repetición de los crímenes.

En la Argentina, entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983, las Fuerzas Armadas junto a sectores poderosos de la sociedad civil instauraron una política de terror, para lo cual implementaron un plan sistemático de desaparición de personas.

Con el argumento de la existencia de un enemigo interno, las Fuerzas Armadas instalaron alrededor de 700 centros clandestinos de detención en todo el país, emplazados en su mayoría en medio de las ciudades: cuarteles, comisarías, dependencias militares y policiales, escuelas, empresas, fincas particulares y otros sitios de paso. La totalidad del aparato estatal estuvo al servicio del terror planificado y sistemático, institucionalizando el secuestro, la tortura y la desaparición forzada de personas. La ESMA fue un engranaje clave de ese plan sistemático.

Desde el 24 de marzo de 2004, constituido como Espacio Memoria y Derechos Humanos, en este predio se conservan las marcas y los vestigios del paso por este campo de concentración de las personas detenidas – desaparecidas, para continuar con los estudios que puedan permitir el acceso a nuevas evidencias judiciales y como fuente documental para la reconstrucción histórica de los hechos acontecidos.

La historia del predio

La ESMA en tres etapas: su rol como centro de instrucción técnica y militar; su funcionamiento como campo de concentración; y la conversión en un lugar de memoria.

Primera etapa

La Escuela

Formación de estudiantes en el edificio Pabellón Central o Cuatro Columnas.

Este predio de 17 hectáreas ubicado sobre la Avenida del Libertador, en la zona Norte de la Ciudad de Buenos Aires, fue cedido por el Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires al Ministerio de Marina por un decreto del año 1924, para que fuera utilizado como centro de instrucción militar. El texto establecía que, ante cualquier cambio en el destino de las instalaciones, los terrenos deberían regresar al poder de la Ciudad.

Las nuevas instalaciones de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) fueron inauguradas en 1928, durante la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear, con pabellones de alojamiento, aulas, gabinetes y talleres. Era una escuela de marinería para la formación de suboficiales. Allí los estudiantes ingresaban como aprendices a carreras como Electrónica, Aeronáutica, Mecánica Naval, Operación Técnica de Radio, Meteorología, Oceanografía etc, y se recibían luego de 4 años de técnicos con rango de cabo segundo con opción a seguir luego la carrera militar hasta suboficial mayor o ejercer su profesión en cualquier otro ámbito.
Más tarde (1936) se instaló en el predio la Escuela de Guerra Naval, dedicada a la formación de la alta oficialidad del arma, compartiendo con la ESMA varias instalaciones y servicios.

Segunda etapa

La Dictadura

La primera Junta Militar luego del golpe de 1976 estuvo presidida por el general Jorge Rafael Videla.

A partir del golpe de Estado cívico militar del 24 de marzo de 1976, en la ESMA funcionó uno de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio más grandes de la última dictadura. Sin perder su funcionamiento como escuela, fue un eslabón clave del plan sistemático de secuestro, tortura, exterminio y robo de niños y bienes.

Desde el edificio del Casino de Oficiales y con el sostén y la cobertura del resto de las instalaciones, el Grupo de Tareas 3.3.2 (GT 3.3.2), creado por el entonces almirante Emilio Massera, ejecutó una acción terrorista que cumplió un rol determinante en la desarticulación de organizaciones populares por medio del secuestro y la desaparición forzada de alrededor de 5000 personas.

Aunque las instalaciones de la ESMA fueron utilizadas fundamentalmente por el GT 3.3.2, éste las puso a disposición de distintas fuerzas represivas afines: comandos de la Aeronáutica y de la Prefectura Naval Argentina, el Servicio de Inteligencia Naval y otros grupos las usaron como sitio de tortura y desaparición de sus prisioneros ilegales. Una de las particularidades de este centro fue el funcionamiento de una sala clandestina de maternidad, donde nacieron al menos 34 bebés de detenidas-desaparecidas. La mayoría fueron posteriormente apropiados. Otra particularidad es el  haberse constituído como centro de la producción política y comunicacional que sirvió de base para la acción psicológica sobre el resto de la sociedad.

La Recuperación

La Recuperación

Miles de personas se congregaron en el acto de creación del Espacio Memoria, el 24 de marzo de 2004.

El testimonio y el trabajo de los sobrevivientes y de los organismos de derechos humanos convirtieron a la Argentina en un referente internacional en el campo de la memoria, la consolidación de la democracia y los derechos universales. La experiencia argentina permitió impulsar la figura de la desaparición forzada de personas como crimen internacional.

Con la recuperación de la democracia y luego del Juicio a las Juntas, el movimiento de derechos humanos debió luchar contra las políticas de impunidad. En el caso del predio de la ESMA, en 1998 se intentó construir aquí un monumento para la reconciliación nacional . Esa acción fue impedida por un amparo judicial interpuesto por Laura Bonaparte y Graciela Lois, ambas familiares de desaparecidos.

La justicia federal entendió, entonces, a la ESMA como «un testimonio de verdad y una prueba judicial sobre el horroroso y vergonzante pasado de nuestro país». Esa perspectiva fue consolidada con el convenio firmado, en 2004, entre los gobiernos de la Nación y de la Ciudad de Buenos Aires para la creación de este Espacio.

Así, la exescuela emplazada en la zona norte de la Capital Federal, con gran visibilidad urbana y su frontispicio neoclásico de 4 columnas, pasó a ser simbolo nacional e internacional del terrorismo de Estado en Argentina.

Línea de tiempo

La historia de la ESMA: desde su funcionamiento como centro clandestino de detención, tortura y exterminio a su transformación en espacio de memoria. El contexto histórico.